miércoles, 13 de agosto de 2008

Especies en extincion



Estos son solo algunos de las especies en extincion a causa de la destruccion de lo escosistemas, la caza y la tala
A causa eso puede pasar lo que pasa en la imagen de arriba

miércoles, 6 de agosto de 2008

Ecosistemas deserticos



La mayoría de las clasificaciones radica en una combinación de número de días de lluvia por año, la cantidad pluviométrica anual, temperatura, humedad y otros factores. En 1953, Peveril Meigs dividió las regiones desérticas de la Tierra en tres categorías, de acuerdo con el total de lluvia que reciben. Por este sistema, hoy ampliamente aceptado, los terrenos extremadamente áridos son los que tienen por lo menos 12 meses consecutivos sin lluvia; los terrenos áridos tienen menos de 250 milímetros de lluvia anual, y los terrenos semi-áridos tienen una media de precipitación anual entre 250 y 500 milímetros. Los terrenos áridos y extremadamente áridos son los desiertos, y los terrenos semi-áridos cubiertas de gramíneas generalmente se llaman estepas.

Sin embargo, la aridez por sí sola no proporciona una descripción exacta de lo que es un desierto. Por ejemplo: la ciudad de Phoenix, en Arizona, recibe menos de 250 mm de lluvia al año, y se la clasifica inmediatamente como situada en un desierto. Sin embargo, algunas regiones gélidas de Alaska o de Antártida también reciben menos de 250 mm de lluvia por año, sin embargo para la percepción vulgar no son desérticas ( se trata en efecto de desiertos fríos o desiertos nivales: en ellos la vida superior es muy difícil pero la evapotranspiración y la posibilidad de encontrar agua dulce es notoriamente mayor que en la clásica noción vulgar de lo que es un desierto), para definir un desierto sea cálido o sea frío uno de los parámetros que se utilizan es el del promedio anual de precipitaciones: menos de 500 mm/año suponen una zona semiárida en donde existe mucho estrés hídrico (aunque este se puede morigerar si las temperaturas son bajas en un orden producido a temperaturas por debajo de los 15°C promedio anual, otra definición ecológica de desierto es la de una zona que recibe igual o menos de 100 mm/año de precipitaciones y sin la compenzación de ninguna otra fuente natural de agua dulce.

Las diferencias de criterios residen en el fenómeno llamado evapotranspiración. La evapotranspiración es la combinación de pérdida de agua por evaporación atmosférica del agua del suelo, junto con la pérdida de agua también en forma de vapor, a través de los procesos vitales de las plantas. El potencial de evapotranspiración es, por lo tanto, la cantidad de agua que se evapora en una región dada. La ciudad de Tucson, en Arizona, recibe unos 300 mm anuales de lluvia, sin embargo, pueden evaporarse unos 2.500 mm de agua en el periodo de 1 año. En otras palabras, significa que casi 8 veces más agua podría evaporarse de la región de la que normalmente cae. Las tasas de evapotranspiración en regiones de Alaska son bastante inferiores; entonces, aún recibiendo precipitaciones mínimas, estas regiones específicas distan mucho de la definición básica de un desierto: un lugar donde la evaporación supera el total de la precipitación pluviométrica.

Dicho esto, existen diferentes formas de desiertos. Los desiertos fríos pueden estar cubiertos de nieve; estos lugares no reciben mucha lluvia, y la que cae permanece congelada como nieve compacta. Estas áreas se llaman comúnmente tundra, cuando en ellas existe una corta estación con temperaturas por encima de cero grados Celsius y florece algo de vegetación en ese periodo; o regiones polares, si la temperatura permanece bajo el punto de congelación durante todo el año, dejando el suelo prácticamente sin formas de vida.

La mayoría de los desiertos no-polares se forman porque reciben poquísima agua. El agua tiende a refrescar, o por lo menos a moderar, los efectos del clima en el que es abundante. En algunas partes del mundo, los desiertos surgen debido a la existencia de barreras a la lluvia, cuando las masas de aire descargan la mayor parte de su humedad sobre una cadena de montañas; otras áreas son áridas porque están muy distantes de fuentes de humedad.

Los desiertos también se clasifican por su localización geográfica y patrón climático predominante, como vientos alisios, latitudes medias, barreras anti-lluvias, costeros, de monzón, y polares. Algunas áreas desérticas antiguas presentes en regiones no-áridas forman los llamados paleodesiertos. Aparte de esto, también existen los desiertos extra-terrestres.

Ecosistemas Acuaticos

Aqui tenemos un video sobre los ecosistemas de agua dulce

Los cuerpos de agua como ríos, lagos, pantanos y demás fuentes acuáticas son ecosistemas acuáticos. Los dos tipos más destacados son: los ecosistemas marinos, y los ecosistemas de agua dulce.
Los ríos forman parte de los ecosistemas acuáticos.
Así, genéricamente, el montante, variaciones y regularidad de las aguas de un río son de gran importancia para las plantas, animales y personas que viven a lo largo de su curso. La fauna de los ríos es de anfibios como: canutillos, gusarapos, caracodillos, negrillos, mejillones, y truchas.
Los ríos y sus zonas de inundación sostienen diversos y valiosos ecosistemas, no sólo por la cualidad del agua dulce para permitir la vida, sino también por las numerosas plantas e insectos que mantiene y que forman la base de las cadenas tróficas.
En el lecho de los ríos, los peces se alimentan de plantas y los insectos son comidos por las aves, anfibios, reptiles y mamíferos.
Los ecosistemas de agua pueden considerarse entre los más importantes de la naturaleza y su existencia depende totalmente del régimen que tengan.
Acerca del agua dulce de los ríos, es preciso tener en cuenta que presenta una enorme variedad de composición.
Como esta composición química depende, en primer lugar, de lo que el agua pueda disolver del suelo por el que discurre, o de los lugares a donde se dirige, es el suelo lo que determina la composición química del agua.
Si el suelo es pobre en sales y minerales solubles, también el agua será pobre en sales y minerales. Y, a la inversa, si el suelo es rico en materias químicas solubles, gran parte de su riqueza la cederá al agua, con lo cual ésta contendrá muchas más sales minerales.
Eso es determinante para los tipos de vida animal y vegetal que allí se pueda desarrollar.
Así, las principales adaptaciones de los animales y vegetales estarán directamente relacionadas con las características físicas del agua, con la que están permanentemente en contacto los organismos que viven en este medio acuático.

Los ecosistemas de nuestro planeta


El ecosistema es un sistema formado por una comunidad natural de seres vivos. Es decir, está constituido por componentes bióticos y por componentes abióticos (su ambiente físico). El concepto, que empezó a desarrollarse entre 1920 y 1930, tiene en cuenta las complejas interacciones entre los organismos por ejemplo los reinos de la naturaleza:Animal, vegetal, fungi, etc.(En el ámbito de la Biología, reino es cada una de las grandes subdivisiones en que se consideran distribuidos los seres vivos, por razón de sus caracteres comunes) que forman la comunidad y los flujos de energía y materiales que la atraviesan.
El ecosistema es un sistema formado por una comunidad natural de seres vivos. Es decir, está constituido por componentes bióticos y por componentes abióticos (su ambiente físico). El concepto, que empezó a desarrollarse entre 1920 y 1930, tiene en cuenta las complejas interacciones entre los organismos por ejemplo plantas,animales,bacterias,algas, protozoos y Fungi|hongos,(entre otros) que forman la comunidad y los flujos de energía y materiales que la atraviesan
Nuestro planeta tiene muchos ecosistemas cada uno mas variado que el otro.
Al concepto de ecosistema se puede llegar con una aproximación analítica, descomponiendo la realidad más extensa de la que forma parte, o sintética,
considerando la integración de las partes de que está constituido.

Para la aproximación sintética partimos de que la existencia de los organismos no pueden comprenderse de forma aislada, sino sólo por sus relaciones con los otros organismos.


Para la aproximación analítica partimos de la biosfera, de la que observamos que es heterogénea, pero que a la vez dentro de ella son reconocibles partes más o menos homogéneas a las que llamamos ecosistemas. Si no nos detenemos y continuamos con el análisis, descubrimos que dentro de un ecosistema, por ejemplo un bosque, es posible reconocer a su vez partes internas con un grado añadido de homogeneidad e integración interna, por ejemplo el suelo o un tronco muerto. Es decir, encontramos una organización jerárquica con ecosistemas dentro de los ecosistemas. Con el mismo razonamiento, pero en dirección contraria, llegamos a la noción de que la biosfera entera es un ecosistema.